29 de abril, sábado, una comitiva de 14 amigos cooperativistas se ponen en camino hacia Villaescusa de Haro. El Ayuntamiento del lugar ha convocado una visita turística con degustación gastronómica con el fin de difundir las glorias y peculiaridades de este pueblo mágico de La Mancha, cuna de la aristocrática familia de los Ramírez que prodigaron obispos a la Iglesia y señeras edificaciones en su villa solariega.
Iglesia parroquial, monumento nacional, con arquitecturas de Simón de Colonia, retablo increíble de Felipe Vigarny, reja casi de orfebre de Fray Francisco de Salamanca, Convento de Justinianas, pósito, la remozada iglesia del ruinoso cenobio de dominicos, etc. y todo acompañado de deliciosos caldos de la tierra y productos del lugar, jamón, quesos, chorizo, pan, aceite, ajos para llevar… ¿hay quien dé más por menos?
La música de una acordeón, que más que tocar cantaba, acompañó durante todo el camino a la alegre comitiva. Bien por la acordeonista artista y cordial con la que bailamos y cantamos rememorando juventudes no olvidadas.
Comida de hermandad a base de picoteo en un bar del pueblo y vuelta a nuestra casa de Horcajo ya caída la tarde. Día hermoso, como tantos, vividos en muy feliz compañía.
Quedamos con buen sabor de boca y espíritu ennoblecido por la historia y el arte a la espera de otro nuevo y próximo evento.
Enrique Mateo
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