A las personas interesadas por la situación de los centros de mayores en el ámbito de la pandemia actual.
Quiero comentar mi reflexión sobre la facilidad con que se confinan las residencias de mayores y mis temores sobre la implementación del nuevo Estado de Alarma. Todo ello basado en la experiencia de los últimos 8 meses:
Toda la población sufrió el primer Estado de Alarma del 14 de marzo, pero las residencias de forma muy especial, con la dificultad de acceder a los hospitales en casi toda España, muy especialmente en la Comunidad de Madrid. Los que no estuvimos enfermas por el COVID-19 estuvimos especialmente “protegidos”, sin recibir visitas, sin poder salir de los centros, etc. Los soportamos con las miras puestas en un horizonte temporal cercano, pero tuvimos que contener a muchas personas que querían “salir de la cárcel” en que se convirtieron los centros residenciales de mayores. Todo esto afectó mucho a las residencias convencionales y muy especialmente a los centros de cohousing, en los que estábamos acostumbrados a salidas más o menos cotidianas. Algunos hemos mantenido algún escarceo de salidas, con conciencia de estar cometiendo un delito grave.
Pasado el tiempo nos encontramos en esta segunda o tercera ola de la pandemia y se producen paradojas como las que nos afecta a CONVIVIR: hace unos 20 días que se empezó a constatar un brote de COVID-19 en el pueblo y en otros pueblos de zona. El Ayuntamiento ha adoptado, con la ratificación de la Comunidad de CLM, la decisión de aplicar todas las restricciones a las residencias. No podemos recibir visitas ni salir del centro. Menos mal que tenemos un gran jardín para pasear. El resultado es paradójico: la infección afecta a personas del pueblo, nosotros no tenemos ningún caso, pero los del pueblo, con alguna restricción, se pueden mover por toda la zona y nosotros “protegidos” en el centro. ¡Por favor, que no nos protejan tanto!
Por otra parte me temo que el nuevo Estado de Alarma, que deja en manos de las Comunidades Autónomas la aplicación de medidas concretas, se materialice en restricciones para las residencias. Es lo que menos contestación genera y parece que se interesan por nosotros. ¡Ojalá me equivoque!
A todos los interesados por los centros de personas mayores, que tengáis acceso a los medios de comunicación. A ver si podéis trasmitir que no nos “protejan”. Si no nos mata el COVID-19 nos vamos a morir de asco,
Perdonad el tono de enfado , pero es que estamos hasta el gorro..
Ernesto Cabello Cabello
Presidente de CONVIVIR
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