En un lugar de La Mancha
y en la cumbre de un horcajo,
fue asomando un edificio,
hacia arriba y a lo ancho.
Fruto de una utopía
que llamaron Convivir,
para dar vida a los años.
Objetivo: compartir.
Muchos esfuerzos costó
y mucha imaginación
superar todos los retos,
cumplir la legislación.
Dos mil quince, mes de Julio,
abren puertas y ventanas;
van llegando residentes
impacientes y con ganas.
Aire puro, transparente,
sol, lejanos horizontes,
y las noches estrelladas.
Buenas son las sensaciones.
Cómodos apartamentos
sin barreras, luminosos,
oasis de paz, silencio;
hay espacios para todo.
Del ver, hablar y reír
surgen en la convivencia
muchas sensibilidades;
¡que no falte paciencia!
Es un grupo muy capaz:
con buenos profesionales,
múltiples conocimientos
y valores personales.
Mas ¡hay! Que no será fácil
dejar las ensoñaciones
para construir, muy juntos,
el edén de las mil flores.
Desfallecer no se puede,
después de tanto trabajo
para ser un referente.
Y en ello están empeñados.
No es mejor lo que yo piense
si me rindo a mis deseos.
Mande siempre el colectivo,
desaparezcan mis miedos.
Muchos logros son patentes
y otros muchos van tejiendo.
compartiendo el día a día
él aprende, y yo, aprendo.
Uniendo los corazones,
más abiertos con los años,
podremos consolidar
este Convivir soñado.
Con fe y esperanza en nuestro amado proyecto comunitario
Ramon Marpons
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